Madrid, 30 jul (EFE).- De niño, Sergio
Delgado era el único que llevaba al colegio la carpeta forrada con fotos
de toros, y el pasado sábado se proclamó en Las Ventas campeón de
España de recortadores por segundo año consecutivo gracias a una
valerosa actuación de "recortes puros", su especialidad, ha reconocido a
Efe.
Natural de la localidad madrileña de Chinchón,
Sergio Delgado ha vivido con "gran intensidad" desde pequeño los
encierros y las ferias taurinas que se celebraban en la plaza de su
pueblo, muy cercana a la casa de sus padres.Y desde que tuvo claro que quería ser recortador, Delgado, de 32 años, no ha dejado de acudir casi todos los fines de semana del año a alguna cita para recortadores.
Para él, en un buen recortador se tienen que unir varias características: mucha afición, motivación psicológica y preparación física. La primera es casi innata en él, la segunda intenta que no le falte porque es esencial para ganar, como sucedió el pasado domingo en Las Ventas y, para la tercera, no deja de acudir al gimnasio durante todo el año y practica el "full-contact".
Sobre su reciente triunfo en Madrid, Sergio Delgado señala que se superó, pues era "difícil" de conseguir dos años seguidos -también fue campeón de España en 2003 y 2005-, pues tienen que darse varios factores, entre ellos que "los toros embistan". Unos toros de puntas, ya que salen al ruedo sin afeitar, "como los toros de las corridas", especifica el campeón de España.
Además, la competitividad es cada día "más fuerte", algo que no es negativo para Delgado porque ello demuestra que los espectáculos de los recortadores "viven un buen momento, están resurgiendo, pero hay que cuidarlos", subraya.
En Las Ventas, Sergio Delgado destacó entre un total de quince finalistas que realizaron trepidantes recortes, quiebros y saltos. Al madrileño lo que más le gusta es el "recorte puro". "Citas al toro y le recortas con la espalda o los riñones como si fueran la muleta, intentando ceñirte lo más posible", explica.
Delgado compagina su gran afición por los recortes con su trabajo como bodeguero en Chinchón, pero sabe que durante los meses de julio, agosto y septiembre prácticamente no tiene días libres.
Como pasa con las mujeres de los toreros, a Sergio Delgado nunca le van a ver a las plazas ni su madre ni su hermana, a pesar de ser muy aficionadas. "Sufren mucho y prefieren darme la enhorabuena a toro pasado", dice sonriendo.
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